Tuesday, January 04, 2005

Ternura

"La Ternura nunca cesa, nunca hastía".
Es el manto sútil que todo lo embellece. Es en el amor, su mayor fuerza... El amor es una cosa; la amabilidad, la amistad, el cariño, todo, pero la ternura, es siempre más. Es la que embellece los sentimientos, y modera el carácter y quita asperezas a los estados agrios del alma, es lo que aplaca el enojo y pone en paz en los enconos y suavidades en las palabras.

La madre tierna vale por dos madres. La esposa tierna, el esposo tierno vale por diez esposos. ¿Qué importa que la adusta adore a sus hijos si resta valor a su amor con la palabra cortante, con el grito intempestivo, y la torpe y cruel manera de tratar a un niño?... El amor, por grande que sea, pierde su importancia y magnitud si falta la ternura. La ternura es aquello envolvente que subyuga y acaricia.

Sobre un alma lacerada de dolor, la ternura hace el milagro de la curación eficaz. La ternura confia y enamora, encanta y atrae.

El mal no cabe en las personas tiernas. Es preferible la ternura, al amor. La ternura, al talento. La ternura, a la dádiva, a la fortuna, como que es el camino derecho de la dicha.

Mujer, que no posea ternura debe adquirla ¿Cómo? Por el sendero de dulzura y de la bondad...
La palabra suave que se desliza sin herir viene directamente del corazón manso y tierno. Ella sabe el milagro de las palabras sublimes que al caer en el oído reconfortan y arrullan el corazón.

Cerrando círculos
por Paulo Cohelo

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida.

Si insistes en permanecer en ella, más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto.
O cerrando puertas. O cerrando capítulos. Como quiera llamarlo.

Lo importante es poder cerrarlos. Lo importante es poder dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.


¿Terminó con su trabajo? ¿Se acabó la relación? ¿Ya no vive más en esa casa? ¿Debe irse de viaje?
¿La amistad se acabó?

Puede pasarse mucho tiempo de su presente revolcándose en los por qués, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cuál hecho.

El desgaste va a ser infinito porque en la vida, usted, yo, su amigo, sus hijos, todos y todas estamos abocados a ir cerrando capítulos. A pasar la hoja.

Al terminar con etapas o con momentos de la vida y seguir para adelante. No podemos estar en el presente
añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué.

Lo que sucedió, sucedió. Y hay que soltar, hay que desprenderse.

No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener
vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. No.

¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!
Por eso a veces es tan importante romper fotos, quemar cartas, destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa. Papeles por romper, documentos por tirar, libros por vender o regalar. Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.

Dejar ir, soltar, desprenderse.

En la vida nadie juega con las cartas marcadas y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay
que pasar la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente. El pasado ya pasó. No espere que le devuelvan, no espere que le reconozcan, no espere que 'alguna vez se den cuenta de quién es usted'.

Suelte. El resentimiento, el prender 'su televisor' personal para darle y darle al asunto, lo único que
consigue es dañarlo mentalmente, envenenarlo, amargarlo.

La vida está para adelante, nunca para atrás.

Porque si usted anda por la vida dejando 'puertas abiertas', por si acaso, nunca podrá desprenderse ni
vivir lo de hoy con satisfacción.

Noviazgos o amistades que no clausuran, posibilidades de 'regresar' (¿a qué?), necesidad de aclaraciones,
palabras que no se dijeron, silencios que lo vadieron. ¡Si puede enfrentarlos ya y ahora, hágalo! Si no,
déjelo ir, cierre capítulos.

Dígase a usted mismo que no, que no vuelve. Pero no por orgullo ni por soberbia sino porque usted ya no
encaja allí, en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en ese escritorio, en ese
oficio, usted ya no es el mismo que se fue, hace dos días, hace tres meses, hace un año, por lo tanto, no
hay nada a que volver.

Cierre la puerta, pase la hoja, cierre el círculo.

Ni usted será el mismo ni el entorno al que regresa será igual, porque en la vida nada se queda quieto,
nada es estático.

Es salud mental, amor por usted mismo desprender lo que ya no está en su vida.

Recuerde que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo, nada es vital
para vivir porque cuando usted vino a este mundo 'llegó' sin ese adhesivo, por lo tanto es 'costumbre'
vivir pegado a él y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy
le duele dejar ir. Es un proceso de aprender a desprenderse y humanamente se puede lograr porque, le repito, nada ni nadie nos es indispensable.

Sólo es costumbre, apego, necesidad.

Pero... cierre, clausure, limpie, tire, oxigene, despréndase, sacuda, suelte...

Hay tantas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escoja, le ayudar á definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.

¡Esa es la vida!

Pensamiento: He Aprendido
He aprendido que no puedo hacer que alguien me ame, sólo convertirme en alguien a quien se pueda amar; el resto ya depende de los otros. He aprendido que por mucho que me preocupe por los demás, muchos de ellos no se preocuparan por mí.

He aprendido que puede requerir años para construir laconfianza y únicamente segundos para destruirla. He aprendido que lo que verdaderamente cuenta en la vida, no son las cosas que tengo alrededor sino las personas que tengo alrededor. He aprendido que puedo encantar a la gente por unos 15 minutos; después de eso necesito poder hacer más. He aprendido que no debo compararme con lo mejor de lo que hacen los demás, sino con lo mejor que puedo hacer yo.

He aprendido que lo más importante no es lo que me sucede sino lo que hago al respecto. He aprendido que hay cosas que puedo hacer en un instante que ocasionan dolor durante toda la vida. He aprendido que es importante practicar para convertirme en la persona que yo quiero ser.

He aprendido que es muchísimo más fácil reaccionar que pensar y más satisfactorio pensar que reaccionar. He aprendido que siempre debo despedirme de las personas que amo con palabras amorosas; podría ser la última vez que los veo. He aprendido que puedo llegar mucho más lejos de lo que pensé posible.

He aprendido que soy responsable de lo que hago,cualquiera que sea el sentimiento que tenga. He aprendido que o controlo mis actitudes o ellas me controlan a mí. He aprendido que por tan apasionada que sea la relación en un principio, la pasión se desvanece y algo más debe tomar su lugar. He aprendido que los héroes son las personas que hacen aquello de lo que están convencidos, a pesar de las consecuencias. He aprendido que aprender a perdonar requiere mucha práctica.

He aprendido que el dinero es un pésimo indicador devalor de algo o alguien. He aprendido que con los amigos podemos hacer cualquier cosa o no hacer nada y tener el mejor de los momentos. He aprendido que a veces las personas que creo que me van a patear cuando estoy caído, son aquellas que me ayudan a levantar.

He aprendido que en muchos momentos tengo el derecho de estar enojado, más no, el derecho de ser cruel. He aprendido que la verdadera amistad y el verdadero amor continúan creciendo a pesar de las distancias. He aprendido que simplemente porque alguien no me ama de la manera en que yo quisiera, no significa que no me ama a su manera.

He aprendido que la madurez tiene mas que ver con lasexperiencias que he tenido y aquello que he aprendido de ellas, que con el numero de años cumplidos. He aprendido que nunca debo decirle a un niño que sus sueños son tontos; pocas cosas son más humillantes y que tragedia sería si él lo creyera. He aprendido que por bueno que sea el buen amigo, tarde o temprano me voy a sentir lastimado por él y debo saber perdonarlo por ello. He aprendido que no siempre es suficiente ser perdonado por los otros; a veces tengo que perdonarme a mí mismo. He aprendido que por más fuerte que sea mi duelo, el mundo no se detiene por mi dolor.

He aprendido que mientras mis antecedentes y circunstancias pueden haber influenciado en lo que soy, yo soy responsable de lo que llego a ser. He aprendido que a veces cuando mis amigos pelean, estoy obligado a tomar partido aun cuando no lo deseo. He aprendido que simplemente porque dos personas pelean, no significa que no se aman la una a la otra; y simplemente porque dos personas no discuten, no significa que si se aman. He aprendido que no tengo que cambiar de amigos si comprendo que los amigos cambian. He aprendido que no debo ufanarme de averiguar un secreto; podría cambiar mi vida para siempre.

He aprendido que dos personas pueden mirar a la mismacosa y ver algo totalmente diferente. He aprendido que por más que trato de proteger a mishijos, ellos a la larga se lastiman y con eso me lastimo en el proceso. He aprendido que hay muchas maneras de enamorarse y permanecer enamorado. He aprendido que sin importar las consecuencias, cuando soy honesto conmigo mismo llego más lejos en la vida. He aprendido que muchas cosas pueden ser generadaspor la mente; el truco es el autodominio. He aprendido que por muchos amigos que tenga, si me convierto en su salvador, me sentiré solitario y perdido en los momentos en los que más los necesito. He aprendido que puedo cambiar mi vida en cuestión de horas ante la influencia de personas que ni siquiera me conocen. He aprendido que aún cuando pienso que no puedo dar más, cuando un amigo pide ayuda, logro encontrar la fortaleza para ayudarlo.

He aprendido que tanto escribir como hablar puede aliviar los dolores emocionales. He aprendido que el paradigma en el que vivo, no es la única opción que tengo. He aprendido que los títulos sobre la pared no nos convierten en seres humanos decentes. He aprendido que las personas se mueren demasiado pronto. He aprendido que aunque la palabra amor pueda tener diferentes significados, pierde su valor cuando se usa con ligereza. He aprendido que es muy difícil determinar donde fijar el límite entre no herir los sentimientos de los demás y defender lo que creo.